viernes, 21 de agosto de 2009

El cine, ese arte en continua transformación





El 7mo arte. El mundo no sería el mismo sin él. Capaz de sacudir cada recoveco de nuestras pasiones. Nos hace reír, llorar, asustar, sorprender, enamorar, enojar y siempre nos deslumbró con su creatividad. El cine, sin lugar a dudas, es una de las más impactantes creaciones y alteró nuestra percepción para siempre.

Volvamos un poco en el tiempo…El cine nació en 1895 en dos puntos simultáneamente: En Francia con los hermanos Lumière y en los Estados Unidos con Thomas Edison. Fue la primera vez que el hombre logró proyectar una imagen en movimiento. Este medio se fue desarrollando de a poco; acorde a las posibilidades técnicas de la época, el gusto del público (que se debía adaptar a este nuevo contrato) y el repertorio existente. Las imágenes documentales de
La salida de la fábrica y Llegada de un tren de los hermanos Lumière, junto con los sainetes cortos de Edison, son los primeros ejemplos de los usos de este nuevo medio.

El cine es la primera expresión de la “industria cultural” del siglo XX y se fue definiendo como un espectáculo de masas. El público se sorprendió con el tren que parecía salir de la pantalla. Esa reacción se fue viviendo en cada época, en situaciones similares, que hablan de la grandiosidad de una puesta en escena o de la magnífica interpretación que pueden lograr los actores.

Desde un primer momento, todos los esfuerzos fueron destinados para mejorar la técnica. Al ser un medio nuevo, tomó prestados sus temas, artistas y números del music-hall, la pantomima y el mimo. Vale la pena destacar el rol trascendente en el cine mudo de Charles Chaplin que ilustró la maduración del género con
Tiempos modernos (1936) y El gran dictador (1940). Asimismo, cuando las posibilidades técnicas permitieron relatos más largos, lo que se llevó a la pantalla fueron aquellas historias ya probadas de las novelas, el teatro y los folletines.

Al hablar del cine no se puede dejar de mencionar la edad de oro, desde los años ´20 hasta los ´50. El centro de gravedad del cine se desplazó hacia los Estados Unidos y se forjó el estilo clásico hollywoodense, de donde nacieron las tan idolatradas estrellas de cine. En los estudios de Hollywood, como 20th Century Fox, Metro-Goldwyn-Mayer y Paramount, se empezaron a tomar las decisiones formales, narrativas y estéticas que hicieron de las películas productos culturales industrializados. Se incluyeron ciertos temas y excluyeron muchos otros, ya que el cine, como todas las demás artes, no escapó a la censura.

De todas maneras, no sólo se optimizó la técnica, con la incorporación del sonido en 1927 en El cantante de jazz, sino que también el cine evolucionó como arte. Todas las películas fueron conformando el imaginario occidental y transformaron la manera en que las personas conciben al mundo. Cada película transmite modelos culturales, morales y sentimentales que son un reflejo de una época. Los espectadores pasaron a identificarse con las historias, reflexionando acerca de sus vidas y hasta de su manera de pensar. El cine surge de la sociedad y, a su vez, la transforma. Deja una impronta que va más allá del ámbito de la proyección. Cada uno de los temas, héroes y mitos que se esgrimen conforman paradigmas que van a ir variando con los años y van a inmiscuirse en la vida cotidiana de las personas.


Sería ingenuo no destacar que el cine hollywoodense es el fiel reflejo de la América del siglo XX. El cine fue siempre más que un simple entretenimiento y actuó como un importante factor de poder. Los países europeos, al percatarse de la poderosa influencia de Estados Unidos, se esforzaron por realizar películas que resaltaran sus modelos nacionales. Hasta los regimenes totalitarios utilizaron al cine para concretar sus objetivos de movilización de masas. Basta mencionar los usos del cine en la Revolución Soviética de 1917 con Einsenstein y, ya en los años ´30, en la Italia de Mussolini y en la Alemania de Hitler.

Si relacionamos al cine con otro medio, no se puede dejar de resaltar la estrecha relación entre el cine e Internet. Internet supuso un desafío enorme para los grandes estudios. La característica distintiva de los ordenadores, que es la capacidad de almacenamiento, llevó a que se pudiera reproducir de manera virtualmente ilimitada una película íntegra, sin pérdida significativa de calidad. Además, los antiguos
efectos especiales a base de maquetas y sobreimpresiones pasaron a ser desarrollados mediante computadoras. La primera película con efectos digitales fue Tron (1982) y en 1995 la compañía Pixar pudo realizar el primer largometraje íntegramente realizado por computadora: Toy Story. La controversia surgió con las redes P2P que muchos usuarios empezaron a emplear para descargar películas gratuitamente desde la red. Los grandes estudios se quejan de las pérdidas y los usuarios contraatacan alzando la bandera del principio de democracia en la red.

lunes, 10 de agosto de 2009

Bienvenidos a todos.

Si llegaron a este blog es porque les interesa todo lo que se relaciona con la comunicación. Aquí vamos a debatir acerca de las nuevas tecnologías que están moldeando el mundo en el que vivimos. Ya nada es como antes. Estamos todos conectados de una manera diferente y esa manera influye en como actuamos, pensamos y sentimos. Reflexionar acerca de este suceso es nuestra misión como comunicadores ya que todos, en mayor o menor medida, somos comunicadores de la realidad en la que estamos inmersos.